Mi gran aventura sexual
Crítica Express
Director:
Sean Garriety
Actores: Jonas Chernick, Emily HampshireComedia / Canadá / No recomendada para menores de 16 años / 90 min.
Comedia
erotico-afectiva con aires desenfadados, que no transgresores.
Un apocado y formalísimo
contable comparte su vida con una novia que tiene otros impulsos sexuales y
que, literalmente, se duerme en el acto, lo que la lleva a romper la relación
en busca de experiencias nuevas y emocionantes. Él, que sigue colgado de la
muchacha y no acaba de encajar el shock, viaja solo a Montreal a visitar a un
amigo. Allí emprende un esforzado máster en prácticas sexuales con una stripper
como profesora, con la esperanza de reconquistar a su novia,
Esta sería la sinopsis inicial.
Desde aquí los equívocos, enredos y demás milongas que podáis imaginar. Resulta
entretenida y, pese a su título, discurre casi siempre por unos cauces nada
gamberros o salvajes, si no más bien correcta en las formas y explícita solo en
apariencia. Lo más sexualmente explícito es el aprendizaje de cunnilingus del
protagonista utilizando un melón.
En el fondo, el mensaje que
acaba por trasmitir es un tanto machista, monógamo y clásico: el protagonista,
macho desorientado sexual y afectivamente ante la aparente liberación de la
mujer, tan sólo tendrá que aprender alguna postura nueva y quitarse la corbata
para recuperar a su novia/esposa/compañera/pareja, por otra parte desencantada
de los tríos, orgias, sadomasoquismo y demás experiencias.
El happy-end resulta demasiado
forzado.
Conclusión:
Entretenida. Sin pretensiones.
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