Oblivion


 
Director: Joseph Kosinski
Actores: Tom Cruise, Morgan Freeman
Ciencia Ficción / USA / No recomendada menores 7 años / 120 min.

                 Un objetivo fundamental en toda película es crear un marco creíble, un mundo propio donde el espectador pueda situar la acción y se sienta cómodo (o muy incómodo si es un film de terror). En todo caso, todo va a depender de que el realizador y su equipo sean capaces de inventarse un universo (el espacio diegético) donde los personajes irán evolucionando para resolver sus problemas.

                En una película de ciencia ficción este espacio creíble y único es vital, deben hacer convincente una ambientación futurista y desarrollar el porqué es así y no de otra manera. Las grandes películas de ciencia ficción están indispensablemente apoyadas en una ambientación futurista que les dan carta de originalidad: "Metrópolis", "2001, una odisea en el espacio", "Blade Ranner"... Oblivion lo consigue, tanto el paisaje post-apocalíptico como la arquitectura innovadora, las máquinas o la tecnología tienen ese marchamo de genuino y único, y están implementadas de manera que se integran adecuadamente en la acción y en el desarrollo posterior del guión sin que nada cruja, sin que nada chirríe.  

                La primera parte de la película discurre bien, sin grandes sorpresas, esperando a que se construya ese mundo propio en el que viven los dos únicos protagonistas. Sin embargo, en la segunda parte, cuando el conflicto se desata del todo, un arrebato humanista lo hecha todo a perder. Parece que el realizador y los guionistas no estaban contentos con que la película se desarrollase por unos cauces convencionales de acción alienígena y quieren darle una vuelta filosófico-profunda, lo que echa por tierra el planteamiento ortodoxo seguido hasta el momento, en un giro de guión que no está bien planteado y que se desenvuelve mal, llegando a un final bastante previsible y falso, con otro de los héroes solitarios salvadores de la humanidad, a la que los americanos tienen tanta querencia.

                Esta segunda parte, que podía tener su gracia (y que yo no voy a desvelar) pero necesita de explicaciones verbales para ser comprendida, lo que además de evidenciar su debilidad como argumento, ralentiza mucho la acción que pierde en intensidad e interés.

                El mensaje final, que si desvelo, es que la humanidad, incluso después del apocalipsis, tiene salvación si confia en sí misma y cada uno en sí mismo como individuo. ¿Tendrá algo que ver aquí la "cienciología" de Tom Cruise, el protagonista absoluto de Oblivion?

Conclusión: Si te gusta la ciencia-ficción, es una película visible, de buena factura y visualmente atractiva.

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