360 juego de destinos


 

Director: Fernando Meirelles
Actores: Rachel Weisz, Anthony Hopkins y Jude Law
Drama / Reino Unido / Recomendada para mayores de 16 años / 110 min.

                El director brasileño Fernando Meirelles, que ya demostró su talento en películas como Ciudad de Dios o El jardinero fiel, presenta aquí una nueva adaptación de la obra de teatro Reigen, del dramaturgo austriaco Arthur Schnitzler, obra ya llevada al cine en 1950 por el maestro Max Ophüls con el título de La ronda. La ronda del amor, se supone, ya que de eso trata la película, del amor y el sexo como motores del hombre y como catalizador de todas las pulsiones humanas.
                En la versión de 1950 un carrusel funcionaba como metáfora y nexo de unión de las distintas parejas que componen este mosaico, en esta translación la metáfora son los 360 grados que conforman y cierran el círculo, la cadena de parejas que, ensambladas unas a otras, van dibujando esta historia de vidas cruzadas, una fórmula cinematográfica que, con un guión bien engrasado para que los cruces vitales no chirríen, con la suficiente entidad en cada una de las historia para crear profundidad en el relato, y una distancia adecuada para dejar aire al espectador y que este pueda imaginar y acabar de recomponer cada cuento, suelen resultar películas muy satisfactorias. Recordemos también Crash, de  Paul Haggis del año 2004, Babel, de 2006 del mexicano Alejandro González Iñárritu o la más clásica Vidas cruzadas, de 1993 y dirigida por Robert Altman. Todas ellas utilizan el mismo esquema de interconexión mundial y de efecto mariposa, Crash poniendo al límite a sus protagonistas y salvándolos en el último momento, Babel mucho más tremendista.

                Con un inicio en Viena un tanto sórdido, que hace presagiar un desarrollo más denso, la película discurre por París, Londres, Bratislava, Río de Janeiro, Denver y Phoenix en un entretejido de historias de todo tipo, hay infidelidades de alto estanding, un inicio forzado a la prostitución, una búsqueda desesperada de hija desaparecida... Un miembro de cada pareja continuara en la historia siguiente, en una suerte de aldea global que nos recuerda lo pequeño e interconectado que resulta el mundo actualmente.
                Desde la primera pareja planteada, una triste infidelidad frustrada, el film se desarrolla con un tempo muy cadencioso pero en ningún caso lento, pues los sentimientos mostrados, y la forma de reflejarlos, con el constante cambio de escenarios y anécdotas resulta absorbente, envuelto todo en un ambiente melancólico que parece invadirlo todo, como impidiendo alcanzar los sueños y los anhelos de cada uno de los personajes.
                Con un toque de thriller, la película presenta todo un muestrario de personajes y pasiones, interpretadas con la solvencia de actores que nunca defraudan como Hopkins o Law. Meirelles demuestra una vez más una maestría indudable en el manejo de la cámara, la puesta en escena o el desarrollo dramático, con algunos aspectos visuales refrescantes.

                Pese a todo, película puede tener una lectura contraria, incluso decepcionante, para el que busque una cierta trascendencia que creo que no pretende, ya que se trata de una película bienintencionada, con cierta vocación comercial, pero que tampoco pretende la taquilla fácil ni cae en sentimentalismos fatuos. Como el dossier de prensa nos recuerda, se trata de un “Moderno caleidoscopio de amor y relaciones que unen a personajes de diferentes ciudades y países en un thriller sobre la vida romántica en el siglo 21”.

Conclusión: Aunque no es una obra maestra se ve con agrado.

Comentarios

  1. Se ha escrito de 360 que es una película vacua, bien realizada pero vacía de contenido, casi inocua. Yo lo achaco a que, pese a un planteamiento que puede mover a la tragedia, al desgarramiento, todas las tramas planteadas se mueven hacia la esperanza, la ilusión y a las segundas oportunidades.
    Quizá estas malas críticas, por el fondo de la película que no por la forma, responden más a la creencia de que es mejor el morbo y el abatimiento que la confianza en una vida mejor.
    Tal como están las cosas en esta vieja Europa, que se hunde bajo la tiranía del capital y de una troika como los tres monos sabios: sordos al clamor popular, ciegos a la tozuda realidad y mudos para implantar soluciones efectivas y que persisten en hacer sufrir a la población con recortes cada vez más draconianos, bien está un poco de aire fresco, un poco de cine a lo “Qué bello es vivir”.

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