Las aventuras de los cinco

Director: Mike Marzuk
Actores: Valeria
Eisenbart, Quirin OettiAventuras / Alemania / Apta para todos los públicos - Especialmente recomendada para la infancia / 93 min.
El clásico de la
literatura juvenil, escrito por la escritora inglesa Enid Blyton, es adaptado para la gran pantalla por el director alemán Mike Marzuk . Una modernización de esta pandilla de chavales y
su perro, que además traslada la acción a Alemania.
He
de reconocer que yo era más bien de las aventuras de Guillermo y los
proscritos, de Richmal Cromton, una pandilla de traviesos y destartalados niños
que siempre se metían en líos por su mala cabeza, y que este grupito de niños
buenecitos, por muchas truculentas investigaciones en las que se metiesen,
siempre me parecieron una pandilla de remilgados insufribles. Así que el mundo,
en aquella lejana niñez, se dividía entre los lectores de Guillermo y los de
Los Cinco, ¡irreconciliables!
Ahora,
sin embargo, me he acercado a esta película sin acritud, con la mirada limpia y
la mente abierta, y lo que he descubierto, intentando ponerme en el punto de vista de un infante, es que
esta película se deja ver, está bien llevada y que resulta interesante y hasta
divertida.
Los cuatro chicos y su perro son ahora
alemanes, tienen ordenadores y teléfonos móviles y los utilizan en sus
investigaciones. La acción se desarrolla en el campo, en un idílico puerto de
mar, lo que aporta buenos paisajes y unos decorados variados y poéticos, en los
que no faltan buhardillas, barcos abandonados y cuevas, todo lo necesario para
una aventura infantil, donde los malos son tontos, los chicos muy listos y los
adultos no se enteran de nada. Una adaptación bastante fiel al original, con
personajes que rayan en lo arquetípico y acciones inverosímiles, pero dentro de
un esquema infantil, limpio y sencillo, lo cual es sin duda de agradecer.
Las aventuras de los cinco se anuncian
como el principio de una saga. Seguramente no será una bomba como Harry Potter, pero si engancha con esta
nueva generación de niños, que serán arrastrados a las salas por unos padres
ávidos por rescatar a sus ídolos infantiles, seguramente puede dar una buena
cosecha de placenteras y movidas secuelas.
Como
anécdota cabría señalar el ambiguo personaje de Georgina, la niña que quiere
que la llamen George porque odia ser chica y quiere ser un chico. En las
novelas se juega con eso y en la película también está muy presente. Resulta
chocante, ya que no se sabe si es el anuncio de un cambio de sexo cuando crezca
o se plantea como una chiquillada sin transcendencia, pero lo cierto es que ahí
está, como si nada.
Conclusión: Para pasar la tarde con
los niños.
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