Guerra mundial Z

Director: Marc Foster
Actores: Brad Pitt, Mireille Enos, Daniella Kertesz, James Badge Dale
Drama / USA / No recomendada para menores de 12 años /  115 min.

             De todas las películas del género ciencia ficción, subgénero zombis, está es una de las mejores, sin duda. No sé si para el corriente de los mortales (observen la sutil broma) esto significa realmente algo, porque el planteamiento es bastante “realista” y esto no va a gustar a los ultra-frikies, ahora que el género y el subgénero están absolutamente de moda, tanto en cine como en televisión, literatura o comic.

            Precisamente esta es la versión cinematográfica de la afamada novela de Max Brooks, con un guión firmado por J. Michael Straczynski (Babylon 5) y Matthew Michael Carnahan (La sombra del poder), aunque también colaboraron Damon Lindelof (Lost) y Drew Goddard (Buffy cazavampiros), lo que da una idea de la complejidad de la adaptación.

            La historia trata sobre una extraña pandemia que se apodera de la gente en todos los lugares de la Tierra y que se transmite por un simple arañazo o mordisco. Los hombres se convulsionan terriblemente y desde ese momento comienzan a vagar enormes hordas en busca de víctimas propiciatorias. Brad Pitt es un antiguo investigador de las naciones Unidas que es encargado por el Gobierno para identificar el origen del mal y ponerle remedio. Esto le lleva a recorrer medio planeta, lo que da lugar a secuencias de acción en lugares exóticos, extraordinariamente variadas, bien rodadas y con su consiguiente carga de tensión. Es de agradecer, y diferencia este producto de otros del subgénero, que no hay carnicería, vísceras o elementos sanguinolentos.

            El comienzo es brillante, a mi entender, ya que introduce al espectador en una narración apocalíptica al mismo tiempo que a sus protagonistas de una manera abrupta pero creíble, de forma que estamos sumergidos en la acción sin rupturas con  el plano real y la introducción de los zombis resulta natural. La primera parte resulta inquietante, con altas dosis de tensión y angustia, e intenta combinar el cine de acción y catástrofe con aspectos más cotidianos, incluyendo la problemática de la cobertura telefónica de nuestro héroe y su familia, por ejemplo, o hechos más cotidianos como el puro alojamiento de estos, lo que le da una dosis de realismo "cotidiano".

            Aunque es una superproducción de consumo masivo, seguramente un "taquillazo", se deja ver, es muy entretenida y resulta bastante diferente a otras de la misma temática.
        
Conclusión: Ideal para un cine-palomitas de verano al aire libre.     

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