Pacific rim

Director: Guillermo del Toro
Actores: Idris Elba, Charlie Hunnan
Ciencia ficción / USA / No recomendada para menores de 12 años /  131 min.

            Un gran director en una película que solo se me ocurre calificar como ridícula.

            El mundo está dominado por una suerte de godzillas de todos los tamaños, siempre a partir del super XXXXXL, que como es de imaginar destruyen todo lo que pillan y aterrorizan a la población. Los humanos se organizan bajo la tutela de los EEUU, y no se les ocurre otra cosa que construir una suerte de Mazinger de dimensiones similares a sus enemigos, que pilotados por dos personas que comparten su mente se pelean a puñetazos con los monstruos. Todo ellos muy lógico, como se puede apreciar.

            Tanto la composición de los personajes, como las acciones o los diálogos son tan pueriles que solo creo que un espectador adicto a los Gormitis, preferiblemente de menos de 12 años, pueda soportarlo si sufrir grabes trastornos emocionales o, mejor opción, morirse de risa y/o vergüenza ajena. Lástima que la calificación sea precisamente para mayores de esa edad.

            Sabemos del gusto de del Toro por la ciencia ficción, lo que no sabíamos es que le gustasen la películas de catástrofes malas. Pacific rim no solo no aporta nada al género si no que lo relega a la categoría del betún. Suponemos que se ha divertido haciéndola y que se ha llevado una buena cantidad de dinero para hacer su próximo proyecto, la lástima es que también firma el guión, así que no puede escurrir la responsabilidad de la bobada que ha hecho ni ninguna de las estupideces en las que incurre.

            No podemos decir que lo efectos especiales no estén bien realizados, faltaría más en una superproducción como está, pero todo lo demás, desde el guión a los personajes, es tan de cartón piedra que resulta ridículo, y más en una temporada cinematográfica plagada de películas de superhéroes, catástrofes planetarias y ciencia ficción apocalíptica.
 
Conclusión: Los gormitis en imagen real y con muchos “defectos” especiales. Lamentable.