Jobs

Actores: Ashton Kutcher, Dermot Mulroney, Josh Gad, Matthew Modine, James Woods
Biopic / USA / No recomendada para menores de 12 años / 128 min.
Steve
Jobs, el nuevo Mesías, el hombre que ha revolucionado nuestra forma de
acercarnos a Internet y a la comunicación digital, ya tiene su película.
Según
la tendencia en biopics, tanto televisivos como cinematográficos, no se trata
aquí de una hagiografía, sino más bien de la presentación de un personaje
controvertido, con sus luces y sus sombras, que moverá a la controversia y la
discusión pero que, a buen seguro, hará las delicias y colmará la curiosidad de
la legión de fans, (casi como un club tipo Thermomix) que le siguen, pero que
también resultará muy interesante para los pobres diablos que, aún hoy en día,
siguen peleándose con un triste PC y no tienen ni iPad ni iPhone.
La
película se centra más en la historia profesional de Jobs, dejando su vida
personal en un segundo plano, casi testimonial, lo suficiente como para que
observemos que en realidad para él esta no era más que la argamasa inevitable para sostener la otra, su trabajo, su pasión,
el verdadero sentido de su vida, algo que casi llegaba a identificar como su
destino. Si le hubiera dado por la religión seguramente estaría en la lista de
los canonizables, tal era la intensidad con la que vivía su misión en la vida.
En
ese sentido nos presenta a un Jobs bastante ascético. Mientras está en la
Universidad lo presenta descalzo, con el pelo largo, y poco dado a la higiene
personal. Además sólo se alimentaba de fruta. Relativamente en consonancia con
la California sesentera que le tocó vivir.
Su
visión de los negocios era su visión de cada nuevo producto que pretendía sacar
y para ello se rodeaba de los mejores profesionales que encontraba. Él aportaba
su visión innovadora, rupturista, transgresora;
que no necesariamente era completamente suya, ya que se valía del potencial de
los genios que le rodeaban y, está es otra parte controvertida, no tenía ningún
empaque en dejarlos tirados cuando ya no le eran imprescindibles.
Esa
obsesión enfermiza por su trabajo le llevó también a enfrentamientos dentro de
su empresa, Apple. Hasta el punto de abandonar la empresa en septiembre de
1985.
Y
aunque, como decía, la película no es hagiográfica, si que nos muestra la vida
y milagros del mago de la
computación, o al menos la parte iniciática de esta. Y es que Steve Jobs pasará a la historia como un hombre tan
importante y revolucionario como en su momento lo fue Thomas Alva Edison, otro
genio controvertido y del que también sabemos que tenía tendencia al
despotismo.
En
todo caso, la película resulta muy interesante para conocer un poco mejor el
desarrollo y la innovación tecnológica de estos últimos 35 años, a la que Jobs
contribuyo de manera muy notable, y descubrir los entresijos que había detrás.
Cinematográficamente
es correcta, como en el fondo debe de ser para no sepultar la narración bajo la
estética, con un guión compacto y bien armado, se echa en falta algo más de
riesgo narrativo y algunos querrían que el bisturí fuera más afilado, pero el
resultado es aceptable, aunque no agitado, si da pié a la controversia. Respecto
al elenco artístico, Ashton
Kutcher encarna un muy reconocible Jobs, en una buena interpretación,
arropado por algún histórico de peso como el eficaz James Woods.
Conclusión: Interesante y hasta reveladora. Tanto si eres de
la tribu Apple como si no, la película te interesará.
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