¿Quién mató a Bambi?

Actores: Quim Gutiérrez, Ernesto Alterio, Julián Villagrán, Enrico Vecchi, Clara Lago, Úrsula Corberó, Joaquín Núñez, Carmina Barrios, Belén Ponce de León, Manolo Solo,Andrés Iniesta
Comedia
/ España / No recomendada para menores de 16 años / 90 min.
Disparatada y
divertida. Dos adjetivos que califican muy adecuadamente esta película. Y dos
son también los referentes para enjuiciarla: las slapstick clásicas, aquellas
primitivas películas de golpes y porrazos (literalmente golpe y bastón) con Buster Keaton, Harold Lloyd o Mack Sennett; y el Guy Ritchie de Snatch: cerdos y diamantes o Lock, Stock and Two Smoking Barrels, con sus delincuentes sin fortuna y
sus enredos desmadrados. Por un lado, como en el cine cómico de principios del
pasado siglo, los gags están basados en el exceso y el golpe, algo más violento
aquí, de manera que nos podemos encontrar riéndonos a carcajadas cuando a alguien
le cortan un dedo, por ejemplo. Y por otra, con una estructura frenética y entrecruzada
propia del mencionado Ritchie.
La película, remake de la mexicana Matando cabos de
Alejandro Lozano (2004), dirigida con acierto por el sevillano Santi Amodeo, cuenta la historia de dos “secuestros” cruzados,
cometidos ambos por delincuentes novatos, sobrevenidos y sin suerte, lo que da
lugar a toda clase de situaciones enloquecidas y enrevesadas, en una acción frenética
y muy divertida.
Una acción que a veces incurre en algunos
errores o fallos de bulto, pero que se le perdonan por el buen hacer general,
por el ritmo enloquecido y porque esos fallos suelen estar a favor de agilizar
la narración o potenciar la gracia. Una película concebida para entretener con
vocación comercial y para el gran público, pero realmente bien armada y que
cumple a la perfección su función de comedia de evasión, con su punto
transgresor y surrealista.
En el guión, basado en un juego de
equívocos tan cinematográfico como clásico, hay que destacar la labor de las
segundas acciones, el trabajo en dotar de fundamento todo lo que rodea a la
acción principal y que está, además, tenga una buena parte del sustento cómico
del film. En este sentido, es importante el trabajo de los actores de reparto, Manolo Solo o Carmina Barrios,que están a la
altura de los principales Quim Gutiérrez, Ernesto Alterio y Julián Villagrán, la nueva generación (y no tan
nueva) que se puede dar ya por consagrada.
Conclusión: Muy divertida, que nadie busque un trasfondo
social ni profundidad psicológica, es pura diversión.
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