Carrie

Director: Kimberly Peirce
Actores: Chloë Grace Moretz, Julianne Moore, Gabriella Wilde, Judy Greer, Alex Russell,Megan Hilty y Ivan Hoey Jr.

Terror / USA / No recomendada para menores de 16 años /  100 min.

           

            Algunos recordarán la película Carrie, que dirigida por Brian de Palma en 1976 y que resultó un éxito absoluto. Esta es un remake de aquella. Aunque hay remakes estupendos (El cabo del miedo o Cape Fear, Primera Plana o The front Page), no es este el caso y me hace pensar en la manía de los productores por hacer segundas versiones de éxitos rotundos, una afición que está sin duda asociada a la falta de imaginación y talento que parece caracterizar esta época, cinematográficamente hablando. Se hacen remakes; segundas, terceras y hasta octavas partes; se hacen trilogías de cinco capítulos; secuelas, precuelas y yanocuelas; spin-off de personajes que no dan para tanto; películas seriadas... Parece como si el talento se hubiese refugiado en las series de televisión y los productores, en su interés por copiar la fórmula, hubiesen imitado las películas en serie y se hubiesen olvidado de llevarse también a los talentos.

            El caso es que ya está aquí la esperada revisión de Carrie. Como aquella, el tema gira en torno a una niña con poderes telequinéticos que se desarrollan con la ira incontrolable. Una mala circunstancia para sus compañeras del instituto, que disfrutan como locas vejándola y humillándola. Un problema de acoso escolar, que ahora está muy de moda, y que acaba estallando en el baile de graduación, un momento en la vida de todo estudiante estadounidense que da lugar a muchas insatisfacciones y frustraciones adolescentes, y que con el tiempo se acaba convirtiendo en un auténtico trauma de por vida. Doy gracias cada día por no haber tenido baile de graduación a la americana ¡de la que me he librado!

            Dentro de las películas de adolescentes/instituto las que se desarrollan  alrededor del baile de graduación son un auténtico sub-genero. Esta película parece darle una vuelta de tuerca al asunto (el acoso escolar y el baile de graduación recurrentemente van unidos), añadiendo poderes maléficos y unas cuantas laceraciones. De manera que la secuencia final de Carrie puede resultar una suerte de catarsis colectiva para todos aquellos que sufran algún trastorno psicológico devenido de aquella experiencia estudiantil, y un alivio para todos los demás.

             El papel de Julianne Moore como posesiva madre obsesionada enfermizamente por la religión está bien. Chloë Grace Moretz, la joven actriz a la que ya hemos visto en papeles tan diferentes como Kick-Ass 2 o La invención de Hugo, está muy segura en su papel de alterada y brutal adolescente tímida.

            Si da miedo o no ya es cuestión de cada uno, desde luego, aunque yo creo que da más grima que temor, más asco que inquietud, más ira ajena que impaciencia. Pero los efectos especiales están ahí y funcionan muy bien, con sus cuchillos voladores, heridas brutales y las fuerzas desatadas del mal. Está todo, aunque quizá demasiado previsible.

 

Conclusión: No creo que sea necesario verla. Si acaso ver las dos versiones y hacer una comparativa.     

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