Matterhorn

Director: Diederik Ebbinge
Comedia dramática / Holanda / No recomendada para menores de 12 años /  87 min.
           
            La primera complejidad con la que este humilde crítico se encuentra es el poder clasificar esta película, ya que es una auténtica rareza, en el mejor sentido del término. La primera peculiaridad es su mera procedencia, y es que resulta extraño poder ver un film holandés por estos pagos, pero es que también resulta complicado decidir si es una comedia o un drama, aunque me inclino a pensar que se trata de lo primero ya que la risa fluye libremente en buena parte del metraje.

            Lo que sí puedo afirmar es que es una película delicada, entrañable, sutil, entretenida, divertida y dura a la vez, compleja, de estructura sencilla en apariencia pero muy intrincada en su planteamiento real, con un guión magnífico y original lleno de giros insospechados. Una auténtica joya inesperada.

            En la aburrida y uniforme sociedad calvinista, profundamente fundamentalista, un viudo vive sin estridencias su metódica existencia. Cada día realiza los mismos metódicos actos exactamente a la misma hora, nada altera su equilibrio mediocre y tedioso ni él se plantea ningún cambio en su vulgar devenir.

            Así es hasta que en la vida de Fred se cruza Theo, un adulto con el cerebro de un niño pequeño. El viudo adopta al hombre y la rígida estructura puritana comienza entonces a cambiar definitivamente, lo que afectará también a su comunidad, en especial a su vecino el sacristán de la iglesia. Nada más se puede ni se debe contar de esta historia que, a buen seguro, no dejará indiferente a nadie.

            Contada de manera exquisita, casi minimalista, con una estructura recurrente en referencias internas, cargada de elocuentes silencios, muy compleja narrativamente, exótica y sorprendente, y con una espléndida interpretación, tan sobria como cabe esperar de estos personajes tan alambicados, la cinta está cargada de ironía y momentos delirantes que van deslizando la acción hasta un desenlace inesperado.

            Este primer largometraje de Diederik Ebbinge, fundamentalmente actor, obtuvo el Premio al Mejor Nuevo Director en el pasado Festival de Valladolid. Un aval a tener en cuenta.



Conclusión: Una joya que no debe pasar inadvertida. Divertida y sutil a partes iguales.    

Tráiler versión original  holandesa (se puede ver ya que tiene poco diálogo)

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