Noé
Actores: Russell Crowe,
Jennifer
Connelly, Emma Watson,
Anthony
Hopkins, Ray Winstone,
Logan Lerman
y Nick Nolte.
Drama / USA / No
recomendada para menores de 12 años / 138
min.
El título no engaña: se trata de la
recreación de Hollywood sobre la famosa Arca de Noé. El problema radica
justamente en que se trata de una "recreación de Hollywood", y que esto
hace que se encuentre más cerca de un capítulo del Señor de los Anillos o de
otra aventura de la nave Enterprise que de una narración bíblica , por mucho que las
Sagradas Escrituras tengo siempre algo de literatura épica.
Cuando
a mí me ensañaron religión, en mi caso católica, aunque este episodio del
diluvio aparece igualmente reflejado en el Antiguo Testamento, que en la Torah
judía o en el Corán musulmán, el Diluvio Universal estaba contado de una manera
algo distinta.
La versión de Darren
Aronofsky y la que yo conozco coinciden en que el Señor, ante la
visión de una Tierra poblada por una raza de hombres abyectos, decidió cortar
por lo sano y hacer borrón y cuenta nueva. Como no se le ocurrió mejor cosa
pensó que inundándolo todo acabaría con los hombres, por ahogamiento, pero
claro, también con el resto de los seres vivos. Para preservar a los animales y
el futuro de la humanidad, y no tener que comenzar otra vez por el principio de
la Creación, encargó a Noé, hombre justo y cabal, que construyese un Arca lo
suficientemente grande como para albergar a su familia, es decir su mujer y sus
tres hijos, además de a las novias de estos para poder procrear (en lo que
seguramente es el Primer Gran Braguetazo de la Historia). También debería de acoger
a una pareja de cada tipo de animal, por el mismo motivo. Esta puede ser una
explicación bíblica de porqué desaparecieron los animales de mayor tamaño,
dinosaurios y demás.
Hasta ahí todo correcto. Lo que
sucede es que el director y guionista necesita hacer del relato bíblico una
película de aventuras, así que convierte a los malvados hombres en feroces
asesinos que asaltan al pobre Noé al menor descuido. Y este, el hombre bueno y
puro que me había explicado mi sacerdote/profesor Ceferino, se convierte aquí, por
obra y gracia de las necesidades del guión, en un ser colérico y muy violento,
que clava lanzas en el pecho de sus adversarios sin ningún rubor, aunque
siempre en defensa propia; un hombre despiadado, impulsivo y temperamental. Y
que además sufre una enajenación mental (nada transitoria, ya que se pasa media
película obsesionado con la pureza a rajatabla) al interpretar al pié de la
letra la palabra de Dios (Yavé, Alá) y por la que se quiere llevar por delante a
su propio nieto.
Por otra parte, yo siempre había
entendido que el Diluvio había durado exactamente 40 días y 40 noches, pero a
Hollywood le venía mejor que la cosa durase lo que un embarazo, también por
necesidades del guión.
Todo esto por no hablar del polizón
que se oculta durante toda la travesía y aparece al final para aportar un clímax álgido con mucha acción, los gigantes que les ayudan peleando al lado
de Noé, las batallas encarnizadas, las peleas brutales, las persecuciones al
límite... Capítulo aparte es la visión de Anthony
Hopkins versus Matusalén tomándose un plácido y reflexivo té.
No sé si la película pretende
conseguir al público católico o convertir al profano, pero me da la sensación
de que puede no gustar a ninguno de los dos, además de decepcionar a los
incondicionales del género de aventuras fantásticas.
Conclusión: Fallido intento de evangelización del género
fantástico.
Tràiler de la película en español:
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