Las dos caras de enero



Título original: The Two Faces Of January
Director: Hossein Amini
Thriller / Reino Unido / No recomendada para menores de 12 años /  96 min.
            
            Una glamurosa pareja americana está de paso en Grecia. Estamos en 1962. El ambiente es muy Audrey Hepburn de Vacaciones en Roma. Pero solo la estética y la forma... Él es un adinerado y elegante hombre maduro y ella una atractiva joven que pasan sus vacaciones en Europa alojándose en hoteles de lujo. Chester y Colette coinciden en la Acrópolis con un joven buscavidas americano que habla griego y hace de intérprete. Seducido por el dinero y el glamour de la pareja el joven les acompaña a cenar.
            A partir de aquí todo comienza a complicarse irremediablemente. Gente relativamente normal que se va viendo atrapada en una serie de elecciones desafortunadas que les van llevando por caminos insospechados. El trió se ve envuelto en un asesinato que les hace emprender una desesperada huida mientras la atmósfera de la película se va haciendo claustrofóbica y opresiva en un conflicto interno que acaba por estallar.
            No se trata de un thriller sino más bien de un drama de suspense psicológico en el que se vislumbra la alargada mano de la escritora Patricia Highsmith, autora de la novela original. Los ambientes cotidianos, los luminosos y exóticos lugares de vacaciones, la gente corriente que se ve avocada al asesinato, al encubrimiento y a la huida. Muy Highsmith.
            La escritora texana ha sido llevada al cine en innumerables ocasiones, desde la magistral Extraños en un tren (1951), de Alfred Hitchcock, muchos han sido los directores que se han visto tentados por esas atmósferas opresivas, esos destinos desafortunados imposibles de enderezar, como en El amigo americano (1977) de Win Wenders o El juego de Ripley (2002) de Liliana Cavani. Unos personajes marcados la adversidad en un anhelo de venganza o de libertad, imbuidos por la codicia o el deseo que, sin preverlo, se ven envueltos en una serie de acontecimientos desafortunados que ya no serán capaces de parar y que les avocarán al desastre. El destino está marcado por una acción, por un deseo o por un accidente y toda su vida se verá arrastrada al naufragio.
            Hay algo en esta película, a parte de la alargada pluma de Patricia Highsmith, que nos recuerda a la genial A pleno sol (1960), de René Clement, o a su versión más actual El talento de Mr. Ripley (1999), de Anthony Minghella. Serán las vacaciones mediterráneas, el sol sofocante, la angustia vital. Una línea común, una estética, un discurso o una narrativa visual que todas ellas, consciente o inconscientemente, mantienen coherentemente con la obra de la escritora.
            En su primera película como director, Hossein Amini, guionista entre otras de Blancanieves, la leyenda del cazador (2012), realiza aquí una película entretenida, llena de sutilezas, donde la persistencia de la tensión interna entre los tres personajes marca la acción del film, más que la presión exterior, mantenida con un ritmo lento y un pulso narrativo adecuado y elegante.
            Además de destacar las actuaciones de Viggo Mortensen, popular desde El Señor de los anillos: El retorno del rey (2003), pero que se hizo grande con David Cronenberg en Una historia de violencia (2005), Promesas del Este (2007) y Un método peligroso (2011), hay que alabar la música del español Alberto Iglesias, tres veces nominado a los Premios Oscar y tres veces ganador de los Premios del Cine Europeo, además de 10 veces ganador de los Goya españoles y unos cuantos premios internacionales más.
            Sin ser una película brillante si resulta una película notable, en el que la psicología de los personajes, la trama y las atmósferas envolventes de la escritora Patricia Highsmith son tratadas con acierto.
           
           
Conclusión: Los amantes de las complejas tramas de  Patricia Highsmith están de enhorabuena.


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