Mi otro yo

Crítica express

Título original: Another Me
Director: Isabel Coixet
 Actores: Sophie TurnerClaire ForlaniJonathan Rhys MeyersRhys IfansIvana Baquero y Geraldine Chaplin
Thriller psicológico / UK / No recomendada para menores de  12 años /  83 min.
           
            Una adolescente, en plena confusión existencial, comienza a percibir, o cree percibir, que alguien idéntica a ella misma quiere suplantarla. La rivalidad en el instituto, el primer amor y las relaciones familiares acaban de tejer la acción de esta cinta encuadrada en el género de "thriller psicológico".
            La ambientación gótica no está mal conseguida y asume algunos elementos esenciales, tanto narrativos como estéticos, de este tipo de suspense: padre impedido, vecina peculiar tirando a rara (la mismísima  Geraldine Chaplin), lugares urbanos tenebrosos, interiores opresivos y claustrofóbicos, cierta tensión narrativa...
            Isabel Coixet, cuya mirada y universo cinematográficos propios han quedado suficientemente abalados por una buena colección de películas, donde una poética especial brilla en guiones y diálogos espléndidamente construidos, descarrila estrepitosamente al querer sumergirse en una película de “género”.
            Además de no manejar demasiado bien los distintos niveles narrativos que puede proporcionar el argumento, con una adolescente buscando su propia identidad mientras sufre lo que para el resto puede ser una presunta paranoia, Coixet cae en algún error de mayor calado, producto de un guión endeble y una dirección titubeante.
            Un problema al que ha de enfrentarse el guionista de un thriller es, evidentemente, cómo resolver el conflicto, cuándo plantearlo y dónde hacerlo. Un “cómo, dónde y cuándo” esencial, ya que la sensación final del espectador depende de ello. Es bastante habitual que la resolución del conflicto no sea demasiado original o directamente sea una chapuza; pero si además adelantamos la conclusión demasiado sobre el climax y dejamos mucho tiempo al anticlimax, ofreciendo demasiadas explicaciones, el espectador se puede sentir defraudado. Además está el elemento formal: cómo lo explicamos, visual y formalmente.
      Si algunos elementos aislados de la película llegan a funcionar la resolución es francamente lamentable, demasiado explícita y recreándose mucho en algo que, por otra parte, ya está contado.
            Según el Hollywood Reporter “este intento de thriller psicológico da miedo, pero por razones equivocadas”.


Conclusión: La película no está bien resuelta y acaba defraudando.

Comentarios

Entradas populares