Ulises ya no vive aquí. Crónica de un rodaje.- 6. Ultima parada: Madrid

Capítulo 6.
Madrid. 





  
            En nuestro último destino no viajamos muy lejos, en realidad no viajamos nada, nos quedamos en Madrid. Rodar en Madrid tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Las mayores ventajas son la cercanía y el conocimiento del entorno, además de que puedes disponer de un equipo técnico más numeroso. Tiene el inconveniente de que no te permitirte conocer lugares nuevos... ¿o sí?
            Es curioso como a veces pensamos que conocemos nuestra ciudad, aquel lugar que hemos pateamos a diario durante tantos años, y resulta que la mayor parte de la gente se circunscribe  a unas cuantas calles familiares y unos pocos lugares cotidianos. Lo que los sicólogos llaman tan acertadamente “la burbuja de confort”, un espacio acotado que nos proporciona seguridad y que, extrapolado a la ciudad es el entorno reconocible. Pero si uno aporta una mirada crítica y un talante digamos “turístico” descubrirá que en su ciudad hay muchas más ciudades de las que él conoce. Por suerte mi trabajo me ha llevado a moverme bastante por todos los barrios de Madrid y he tenido la ocasión de encontrarme con muchos madriles, todos vivos y en constante  mutación: un Madrid Chino, un Madrid Dominicano, un Madrid Árabe, un Madrid humilde, un Madrid desastroso, un Madrid exclusivo, el vanguardista y el autogestionado… todo cabe en la misma ciudad.

           
           Pero eso es material para otro documental. En este, dadas las características y el formato, esta faceta no entraba directamente.
En este viaje aquí mismo queríamos hablar de Wilkin, uno de nuestros viejos amigos. Emigrante dominicano que conocimos en los años en los que realizábamos el estudio sobre migración, entre 2005 y 2007: locutor, promotor musical y mil cosas más y que lleva en España la friolera de casi veinte años.
            Luchando contra la crisis, Wilkin había desarrollado unos cuantos trabajos, incluido el de empresario al mando de un local de copas, dejando momentáneamente su gran pasión: la radio. Sin embargo, al comienzo de esta producción pudo volver a desarrollar un proyecto propio en una emisora para la que ya había trabajado, Onda Corazón Tropical, con un programa diario de dos horas de duración, La Combinación Perfecta.
Resulta curioso que, cuando este proyecto documental comenzó a alumbrarse, en aquel estudio del que he hablado, una de las claves era desarrollar la narración alrededor de una emisora de radio, una emisora a la que habíamos llamado Radio Tropical FM sin conocer a esta otra y sin conocer aún a Wilkin. Así que ahora, cuando el proyecto se ha concretando en una película, no deja de ser una coincidencia, extraña y afortunada, que hayamos rodado en los estudios de esta radio real, Onda Corazón Tropical.

          
         Grabamos a Wilkin en su trabajo de locutor en la radio y también en la calle de los barrios que habita: Tetuán, Vallecas, Ciudad Lineal, castizos y multiculturales. Onda Corazón Tropical es una de las radios latinas más activas de Madrid, ciudad donde conviven una veintena de emisoras destinadas a este público objetivo, y que encuentra en ellas la música que en otras emisoras se consideraría exótica. Además, los oyentes mantienen contacto entre sí y con una red de ocio y comercio específicamente pensado para ellos, una audiencia enorme pese al gran retorno de inmigrantes latinos de los últimos años por culpa de la crisis.
            
           El programa de Wilkin, que tres días por semana comparte con el músico y locutor dominicano José Ortega, tiene los ingredientes más demandados: selección de música latina e información de ocio local, que completan con buen humor y charlas con los oyentes.


            El proyecto de este cortometraje documental de 30 minutos está terminado, este es el último capítulo del cuaderno de rodaje. El cortometraje está acabado, depositada copia oficial en la Filmoteca Española y comienza ya su andadura en festivales y demás circuitos al uso. Pero el proyecto no está finalizado.

            Ahora toca realizar un documental más extendido añadiendo todo el material que no ha entrado en este. Se trata de dar voz a otros migrantes y, sobre todo, retratar movimientos como la Marea Granate, ese amplio y heterogéneo grupo, desperdigado por todo el planeta, compuesto por emigrantes españoles, jóvenes en su mayoría y muy críticos con la situación político-social que les ha obligado a marcharse de España.
            Un proyecto documental que continuara lo que en este se ha empezado y para el que ya estamos trabajando, en principio buscando fuentes de financiación, entre otras fórmulas a través de una plataforma de crowdfunding de la que ya os tendré al tanto.

              Muchas gracias a Verónica García, de Carabanchel a Trujillo, en Perú.
            Muchas gracias de Heber Ocaña y familia, de Huarmey en Perú y que pasó 7 años en Madrid.
            Muchas gracias a Adriano Grueso y familia, caleño con hijos madrileños y ahora afincados en Vasteras, Suecia.
            Y a nuestro locutor, Wilkn Tejada, de Santo Domingo, que has aguantado el chaparrón y sigue en Madrid.
Este documental está dedicado a ellos y a todos los ulises que siguen moviéndose de un lado a otro del mundo, mezclando culturas.

Continuara (seguiremos informando)

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