La nostra vita
Actores: Elio Germano, Isabella Regonese
Drama / Italia / No recomendada menores 7 años / 95 min.
La inmediatez de la acción, la
naturalidad de las secuencias, está subrayada, a veces demasiado enfáticamente,
por una cámara casi omnipresente. Aunque todos los actores están bien y el
casting funciona admirablemente, destaca con luz propia la interpretación de
Elio Germano, el protagonista, que obtuvo los premios David di Donatello y al
mejor actor en Cannes, ambos en el año 2010. Especialmente memorable es su
interpretación durante la misa de funeral, en la que la desnudez de un
primerísimo primer plano pone de manifiesto una emotividad desgarradora.
La película cuenta la aventura
vital de un obrero que quiere aprovechar un "momento delicado" de su
jefe para hacerse con una contrata propia. Naturalmente esto le acarrea una
cantidad de problemas que derivan en una recomposición de su escala de valores,
evidenciando de paso todo el entramado de corruptelas endémicas y avaricias instauradas
que se cuecen en el país. La radiografía económico-social, sin embargo, resulta
demasiado sentimental, dejando el costumbrismo más crudo a un lado, casi mostrado epidérmicamente, para centrarse más
en la recomposición emocional del personaje.
Luchetti peca un poco, quizá, de
bienintencionado, ya que no hay nadie realmente "malo" en esta
película: ni los mafiosos, ni los jefes corruptos, ni los traficantes, ni los
comisionistas estafadores... nadie es auténticamente maligno, ni siquiera la
violencia está presente de una forma directa y cruda. Todo el dilema vital del
protagonista se plantea a niveles mentales y no corporales, la violencia nunca
es física ni la urgencia se manifiesta de forma peligrosa para su integridad
corporal. Hace demasiado hincapié en los aspectos más positivos de la acción e
intenta concluir cada trama que ha comenzado, no dejando nada a la imaginación
del espectador, lo que se puede interpretar como un "redentorismo"
demasiado impostado.
El trasfondo de la película, que
incluso de verbaliza en dos escenas, es la recuperación del amor familiar como
redentor espiritual único, como fuente exclusiva de esperanza. Bueno, una
película social esperanzadora.
Conclusión: Película
interesante. Una buena opción.
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