Memorias de mis putas tristes
Director: Henning Carlsen
Actores:
Drama
/ España- México-Dinamarca-EEUU / No recomendada para menores de 16 años / 94 min.
Basada en la novela homónima de
Gabriel García Márquez, la última que ha escrito. El argumento relata el
capricho de un anciano periodista que desea pasar la noche de su noventa
cumpleaños con una joven virgen, para lo cual recurre a una vieja amiga, madame
de un prostíbulo.
El planteamiento, al igual que en la novela,
resulta un tanto desconcertante para el público europeo ya que seguramente no
tenemos la misma visión ni los mismos valores que tienen en Latinoamérica sobre
el amor, el sexo y el mundo de la prostitución. Por este motivo en España la
obra literaria ya causó cierto revuelo y poca aceptación por parte del público más
feminista, ya que parece una defensa de
la pederastia y un tributo a la prostitución. En realidad, y en defensa de la
novela, lo que Gabo pretendía (y a mi juicio consiguió) es realizar un
ejercicio de estilo sublimando el amor romántico, del deseo y de la vejez. En la película la virgen está interpretada por
una joven algo mayor que la representada en la novela, quizá para evitar ese
efecto demoniaco de ver al anciano con
una niña y obviar de ese modo el tema de la pederastia, pero no evita el de la
prostitución forzada por la pobreza, ya que la joven es una empleada a la que
le hace falta el dinero pese a tener trabajo.
En defensa de la película decir que
esta es quizá la mejor adaptación cinematográfica de una obra del premio Novel,
y es que no ha tenido suerte García Márquez en llevar su original y
deslumbrante universo literario a la gran pantalla, ni siquiera en aquellas
ocasiones en las que él mismo ha estado tras el guión. En esta ocasión ha
contado con un guionista de excepción como es el veterano Jean-Claude Carriére,
aunque tampoco su obra está fielmente reflejada, ya que el guión se permite
algunos cambios y algunos giros, en pro de la acción, que distorsionan en
cierto modo la intencionalidad puramente estilística de la fantasía romántica.
Sin embargo si ha logrado una cierta unidad narrativa y la película tiene más
cuerpo que anteriores intentos cinematográficos sobre la obra de Gabo.
El
planteamiento poético sobre el amor platónico, el sexo y la senectud, está en
la película, que cuanta además con algunos aciertos de dirección y una bella
fotografía. Dos veteranas actrices protagonizan la cinta: Geraldine Chaplin y Ángela
Molina, que comparte papel con su propia hija, Olivia Molina.
Conclusión:
Resulta bastante visible y, en todo caso, dará para discutir un rato.
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