Las dos caras de enero
Título original: The
Two Faces Of January
Director:
Hossein Amini
Actores:
Viggo
Mortensen, Kirsten Dunst, Oscar Isaac, David
Warshofsky, Daisy Bevan,Aleifer
Prometheus, Yigit Özsener
y Nikos
Mavrakis,
Thriller / Reino Unido / No recomendada para menores de 12 años / 96 min.
Una glamurosa pareja americana está
de paso en Grecia. Estamos en 1962. El ambiente es muy Audrey Hepburn de
Vacaciones en Roma. Pero solo la estética y la forma... Él es un adinerado y
elegante hombre maduro y ella una atractiva joven que pasan sus vacaciones en Europa
alojándose en hoteles de lujo. Chester y Colette coinciden en la Acrópolis con
un joven buscavidas americano que habla griego y hace de intérprete. Seducido
por el dinero y el glamour de la pareja el joven les acompaña a cenar.
A partir de aquí todo comienza a
complicarse irremediablemente. Gente relativamente normal que se va viendo
atrapada en una serie de elecciones desafortunadas que les van llevando por
caminos insospechados. El trió se ve envuelto en un asesinato que les hace
emprender una desesperada huida mientras la atmósfera de la película se va
haciendo claustrofóbica y opresiva en un conflicto interno que acaba por
estallar.
No se trata de un thriller sino más
bien de un drama de suspense psicológico en el que se vislumbra la alargada
mano de la escritora Patricia Highsmith, autora de
la novela original. Los ambientes cotidianos, los luminosos y exóticos lugares
de vacaciones, la gente corriente que se ve avocada al asesinato, al
encubrimiento y a la huida. Muy Highsmith.
La escritora texana ha sido llevada
al cine en innumerables ocasiones, desde la magistral Extraños en un tren (1951), de Alfred Hitchcock, muchos han sido
los directores que se han visto tentados por esas atmósferas opresivas, esos
destinos desafortunados imposibles de enderezar, como en El amigo americano (1977) de Win Wenders o El juego de Ripley (2002) de Liliana Cavani. Unos personajes
marcados la adversidad en un anhelo de venganza o de libertad, imbuidos por la
codicia o el deseo que, sin preverlo, se ven envueltos en una serie de
acontecimientos desafortunados que ya no serán capaces de parar y que les avocarán
al desastre. El destino está marcado por una acción, por un deseo o por un
accidente y toda su vida se verá arrastrada al naufragio.
Hay algo en esta película, a parte
de la alargada pluma de Patricia Highsmith, que nos recuerda a la genial A pleno sol (1960), de René Clement, o a
su versión más actual El talento de Mr.
Ripley (1999), de Anthony Minghella. Serán las vacaciones mediterráneas, el
sol sofocante, la angustia vital. Una línea común, una estética, un discurso o
una narrativa visual que todas ellas, consciente o inconscientemente, mantienen
coherentemente con la obra de la escritora.
En su primera película como
director, Hossein Amini,
guionista entre otras de Blancanieves, la
leyenda del cazador (2012), realiza aquí una película entretenida, llena de
sutilezas, donde la persistencia de la tensión interna entre los tres
personajes marca la acción del film, más que la presión exterior, mantenida con
un ritmo lento y un pulso narrativo adecuado y elegante.
Además de destacar las actuaciones
de Viggo Mortensen, popular desde El Señor de los anillos: El retorno
del rey (2003), pero que se hizo grande con David Cronenberg
en Una historia
de violencia (2005), Promesas del Este (2007) y Un método peligroso (2011), hay que alabar la música del español
Alberto Iglesias, tres veces nominado a los Premios Oscar y tres veces ganador
de los Premios del Cine Europeo, además de 10 veces ganador de los Goya
españoles y unos cuantos premios internacionales más.
Sin ser una película brillante si
resulta una película notable, en el que la psicología de los personajes, la
trama y las atmósferas envolventes de la escritora Patricia Highsmith son tratadas
con acierto.
Conclusión: Los amantes de las complejas tramas de Patricia Highsmith están de enhorabuena.
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