Post Tenebras Lux
Si aún no la has visto
Actores: Adolfo Jiménez Castro, Nathalia Acevedo, Willebaldo Torres, Rut Reygadas y Eleazar Reygadas
Drama - experimental / México / No recomendada para menores de 12 años / 120 min.
Cuenta la película la relación de un matrimonio acomodado que abandona la seguridad de la urbe para instalarse con sus hijos en el inmenso campo mexicano. La intención de la pareja es superar sus problemas afectivos y sexuales, pero el entorno, al igual que el paisaje del comienzo, resulta indefiniblemente maligno y turbio.
No es esta una película para
cualquier público. Con ello no quiero decir que sea una película para un
espectador exquisito, pensando en ellos como en gourmets cinematográficos y
desdeñando al resto de los mortales como zafios devoradores de infracine. No se
trata de eso si no del carácter intrínseco de la apuesta cinematográfica que
nos propone Reygadas, absolutamente a contracorriente del cine actual.
Y es que si algo define Post Tenebras Lux es su carácter experimental y
con ello también a su público objetivo, un espectador al que le guste indagar
en el lenguaje, que se preste a paladear ciertas experiencias fílmicas
arriesgadas y esté dispuesto a poner algo de su parte para llegar a
interiorizar y comprender el mensaje. Se suele relacionar la experimentación fílmica
con productos plúmbeos sólo digeribles por el propio realizador o, en el mejor
de los casos, algún familiar bien avenido o amigo muy allegado. Pero es que experimentar
con la imagen y el lenguaje audiovisual se hace desde los mismos comienzos del
arte cinematográfico. Pensemos en Dreyer o Artaud, pero también en el Ballet mecánico (1924) de Fernand Leger
o en Entreacto (1924), de René Clair y Francis Picabia, cine asociado a la
corriente surrealista de los años 20 y en absoluto narrativo. Pensemos en el
cine experimental de los años 60 o, con el advenimiento del vídeo, la llegada
de un tropel de autores que se apuntan al llamado vídeo-arte y que llega, de
una manera u otra hasta nuestros días y que,
con desiguales resultados, hacen avanzar el lenguaje cinematográfico. Desde
siempre lo "experimental" va asociado a la "vanguardia", y
las vanguardias son las que hacen avanzar y crecer al arte.
En ese sentido esta obra es
vanguardia, una cinta de las más arriesgadas y experimentales de, al menos, los
últimos años. Reygadas se arriesga con el lenguaje y con la forma, con el
contenido y con la estructura; con todo ello juega el autor y sale bien librado
de la apuesta, ya que la película resulta perfectamente visible (en términos
comerciales) y finalmente cuenta una historia completa y elaborada. Se podría
comparar a algunas de las obras de Godard, no el joven de la Nouvelle Vague ni
al autor políticamente concienciado de
los setenta, si no al de los setenta, el de Tout
va bien o Sauve qui peut la vie.
Post Tenebras Lux tiene un comienzo que, sin tener nada que ver
con el resto de la acción, consigue colocar al espectador en un estado de ánimo
adecuado. En la primera secuencia vemos a una niña sola en mitad del campo al
anochecer, jugando con dos perros lobos. Sobre un bosque cercano amenaza una
lejana tormenta que avanza lentamente mientras cae la noche, junto a la niña aparecen
un par de vacas. Lo que podría ser idílico: un campo al atardecer, una niña
jugando con los animales... resulta extrañamente amenazador, confusamente
peligroso. Además, la imagen tiene un inusual formato 4/3, calidad super-8 o
miniDV, y con un desenfoque ancho y
peculiar en todo el perímetro del encuadre. Cabe decir que este efecto, usado
aparentemente de forma aleatoria a lo largo del metraje, no aporta nada,
distorsiona la visión y dificulta la comprensión, única pega a la película que
encuentro.
Tras este perturbador comienzo, sin
ninguna continuidad narrativa, la siguiente secuencia muestra la figura de un
estilizado demonio rojo, en realidad el contorno en 2D de una figura con
cuernos y rabo, que deambula por una casa desierta y silenciosa, al amanecer.
Ambas secuencias son muy
perturbadoras y colocan al espectador en un estado de ánimo peculiar, un tanto
desasosegado, predispuesto para asumir cualquier propuesta que el director
sugiera. El resto del metraje tiene una narrativa más “convencional”, aunque
con una estructura temporal aleatoria, con frecuentes saltos en el tiempo que
pueden resultar desconcertantes.
Gracias a esta cinta Reygadas
consiguió el Premio al Mejor Director del Festival de Cannes 2012 y a Mejor
Fotografía y Mejor Banda Sonora en el Festival de La Habana del mismo año.
Conclusión:
Entre el Buñuel más surrealista y el Godard más experimental. Muy interesante.
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